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El marco Saint Jean, que lleva el nombre del hermoso pueblo alpino francés donde nació Pierre Balmain hace más de cien años, canaliza el espíritu de los primeros días del fundador de Balmain, cuando, de joven, se trasladó a París para estudiar y trabajar con algunos de los grandes arquitectos franceses. Esa formación temprana incorporó un respeto por la precisión y la forma que marcó claramente las creaciones del diseñador durante el resto de su vida. Lejos de la típica montura óptica, las inconfundibles monturas de círculo cuadrado de Saint Jean, el hábil maridaje de acetato y titanio y las audaces líneas en las que la forma sigue a la función reflejan la precisión arquitectónica y los principios que el joven Pierre Balmain asimiló y tradujo en e